¿SOLUCIONA EL HIDRÓGENO LOS PUNTOS DÉBILES DEL COCHE ELÉCTRICO?
¿SOLUCIONA EL HIDRÓGENO LOS PUNTOS DÉBILES DEL COCHE
ELÉCTRICO?
El mercado de los vehículos eléctricos da la bienvenida a los
coches de pilas de combustión para particulares. La oferta de hidrógeno
comparte con los de batería su reducida huella de carbono e incorpora
considerables mejoras respecto a su competidor en aspectos como la autonomía o
la rapidez de repostaje, si bien para su implantación aún tiene que superar
ciertas limitaciones.
Su menor huella ecológica (solo genera vapor de agua), unido
a su mejor autonomía y rapidez de repostaje convierten al coche de hidrógeno en
una apuesta cada vez más sólida.
Aire
más limpio y menos ruido en las ciudades; vapor de agua en lugar de gases
nocivos saliendo de los tubos de escape; propulsión eléctrica en vez de
combustión. ¿Será algún día realidad este sueño recurrente de nuestra sociedad,
que exige al sector del transporte menos emisiones de CO2?.
En esta larga transición que ya ha empezado, a la alternativa de los coches eléctricos
de batería se suma la de los vehículos propulsados por pilas
de combustible (hidrógeno), recién llegados a la
competencia en el mercado de automóviles para particulares. Revisamos los
puntos fuertes y débiles de cada tecnología.
En primer
lugar, es conveniente especificar que no solo los coches de batería, sino
también los de hidrógeno, son vehículos eléctricos, nos aclara Carlos Merino,
del Centro
Nacional de Hidrógeno. En el primer tipo, “la energía se encuentra almacenada
en la batería [de litio], que alimenta directamente el
motor”, explica. En el segundo caso, “lo que tenemos es un tanque con hidrógeno
a muy alta presión. Ese hidrógeno llega a la pila de combustible, que junto con
el aire de la atmósfera produce electricidad a través de una reacción
electroquímica”, contrasta. La electricidad generada sirve para
alimentar un motor que funciona de la misma forma en los dos tipos de
vehículo.
Tiempos de recarga menores y la no dependencia de la batería
de litio, con sus condicionantes de tamaño y huella ecológica, favorecen el
coche de pila de hidrógeno.
Dos visiones del coche eléctrico con mucho en común
José
María López, director del Instituto
Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA), agrega que en
el modelo con pilas de combustible también suelen estar integradas baterías
para cubrir los picos de potencia, en una configuración “híbrida”. Ambas
tecnologías ya están disponibles comercialmente.
Las
ventajas de los vehículos eléctricos pueden ser variadas. Una es la reducción
de la huella de carbono respecto a los medios de transporte
convencionales, como apuntaba en un informe
reciente el ex ministro de Industria (2008-2011) y catedrático
Miguel Sebastián. Esta característica, precisaba, se da cuando la electricidad
utilizada para alimentarlos se produce a partir de un mix que contempla
renovables. Otro beneficio es que “el vehículo eléctrico es, desde un punto de
vista técnico, más eficiente por km recorrido”. Y no hay que olvidar las
ventajas económicas, en su opinión. Y, en este sentido, la electrificación
permite reducir la dependencia energética de otros países, según el
ex ministro.
En el
caso de España, con al menos 30 modelos a
la venta, el mercado de los coches eléctricos de batería es más maduro
que el de hidrógeno, favorecido además, en el caso de las grandes ciudades,
por una oferta
diversificada de este tipo de vehículos destinados al car sharing.
Por otro lado, entre los vehículos de hidrógeno, solo encontramos de momento un
modelo comercializado, el Hyundai Nexo.
Ambos
tipos de vehículos, no obstante, entran en la categoría de vehículos
de cero emisiones, según los criterios establecidos por la Dirección
General de Tráfico (puntualización: es algo
distinto de hablar de neutralidad de carbono, ya que, para ello, hay
que tener en cuenta también las emisiones que se generan en la producción de
energía necesaria para que marchen y en el proceso de fabricación). Pero no es
el único punto en común: los dos son silenciosos y requieren poco mantenimiento,
señala López.
Coche eléctrico: el líder en eficiencia energética
Una de
las mejores características de los vehículos eléctricos de batería es su “altísimo
rendimiento” (es decir, la energía de salida respecto a la de entrada),
afirma López. Este rendimiento puede ser de un 80-85%, lo que hace que “ahora
mismo no hay ninguna otra tecnología en propulsión de vehículos que lo supere”,
agrega. En el caso de los vehículos de hidrógeno, esta característica por
ahora es menos destacable, pero tiene margen de crecimiento, agrega este
experto.
En
términos de desventajas, la necesidad de disponer de
litio suficiente para soportar el aumento de demanda de
baterías destinadas a los vehículos eléctricos podría llegar a ser un problema,
ya que se trata de un elemento limitado y ubicado en áreas concretas, dice
López. Además, hay que tener en cuenta que para garantizar autonomía
hace falta aumentar el peso del vehículo, lo que puede representar un
obstáculo, y que los tiempos de recarga eléctrica de las baterías son todavía
demasiado altos, por ejemplo en trayectos
de largo recorrido.
Hidrógeno: un repostaje más rápido y limpio
El
hidrógeno, por su lado, garantiza tiempos de repostajes “similares a los de un
combustible tradicional”, que rondan los cinco minutos, así como
una autonomía que ya puede superar los 600 kilómetros, según indica Merino.
Otro aspecto particularmente interesante, en su opinión, es que en este caso el
combustible necesario, el hidrógeno, se puede producir sin necesidad de
importarlo del extranjero. Y se puede generar a partir de fuentes limpias.
Sin
embargo, tanto él como López coinciden en indicar la falta de
infraestructura para la recarga como un límite
fundamental en este momento, al menos en España, donde el
número de hidrogeneras disponibles no suma los dedos de las dos manos. Hay que
recordar además un aspecto básico para ambas tecnologías: los costes,
que aún pueden ser importantes. Sobre todo para los coches de hidrógeno, como
muestra el valor actual del Hyundai Nexo, disponible a partir de 72.000 euros según la web
de la marca coreana.
¿Rivales o complementarios?
¿Llegará
a tomar la delantera uno respecto al otro? Actualmente la presencia de una
mayor infraestructura hace que el despegue del coche eléctrico de
batería esté más al alcance, apunta el director del INSIA. Aunque matiza
que muchas marcas ya
están apostando “claramente” por el hidrógeno. Merino, por su lado, destaca que
hay sitios, como California o Japón, donde ya hay una infraestructura de
repostaje de este elemento más desarrollada, lo que también facilita la venta,
y prevé que ambas tecnología “se repartan el mercado, sobre todo en la parte de
vehículos ligeros y de turismos”.
Ambos
coinciden en que es en la movilidad extra-urbana de vehículos
pesados (como camiones o autocares) donde posiblemente la tecnología
del hidrógeno puede sacar ventaja respecto a la de batería por su
mejor autonomía y rapidez de repostaje. Eso sí, dependiendo de las decisiones
políticas que puedan marcar el rumbo. Un futuro que aún tiene
preguntas por contestar, pero que ya nos deja entrever una movilidad
de bajas o nulas emisiones.
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